Durante los primeros años de vida, atendemos, principalmente, problemas relacionados con la alimentación y el ritmo de sueño, vigilia, así como dificultades con el cuidado físico y afectivo.

Son hábitos necesarios para un correcto desarrollo afectivo y conductual del niño.

Para tratar estos problemas marcaremos rutinas y hábitos en la familia, y daremos pautas especificas en función del problema (Poca/ mucha ingesta de alimentos, velocidad a la hora de comer, negativa a comer, alimentación restringida o poco variada, problemas para conciliar el sueño, sueño intranquilo, pesadillas, “visitas”, o llamadas constantes a los padres…)