En el caso del trastorno de ansiedad generalizada,  la ansiedad patológica se vive como una sensación difusa de angustia o miedo, y deseo de huir, sin que quien lo sufre pueda identificar claramente el peligro o la causa de este sentimiento. Esta ansiedad patológica es resultado de los problemas de diverso tipo a los que se enfrenta la persona en su vida cotidiana, y sobre todo de la forma en que interioriza y piensa acerca de sus problemas.

Se caracteriza por un patrón de preocupación y ansiedad frecuente y persistente. La persona puede preocuparse excesivamente por el dinero, el trabajo, la escuela o la familia.

Es característico en este trastorno la  preocupación recurrente, dolores de cabeza, sensación de inquietud, irritabilidad, temblores, problemas para dormir, tensión muscular, problemas de concentración.
Es probable que estos síntomas empeoren cuando se encuentran en situaciones de estrés.

El tratamiento combinará la administración de ansiolíticos y antidepresivos para la reducción de la ansiedad incapacitante, y la terapia psicológica, entrenando al paciente en relajación, así como en el cambio del estilo de pensamiento ansiógeno, superando la tendencia a ponerse siempre en lo peor.