Las manías, supersticiones y obsesiones forman parte de un continuo. Temor a que suceda algo malo, o a ponerme  muy nervioso si no actúo de una manera determinada: levantarme de la cama con un determinado pie, no vestir de color amarillo, tocar madera, evitar gatos negros, verter  la sal…. Estaríamos hablando de un trastorno obsesivo cuando el temor invade nuestro pensamiento durante gran parte del día, genera un gran malestar y angustia debido a la imposibilidad de poder quitárnoslo de la cabeza, y solamente desaparece por agotamiento, no porque logremos tranquilizarnos.